Efectivamente, eso es lo que tenemos que decir cuando observamos y analizamos lo que pasa en nuestro país. Aunque les extrañe es cierto, no hay novedades. Si, ya sabemos que todos, o casi todos los días, nos enteramos por los medios de comunicación de algo esperpéntico, pero eso nos da la razón, como lo habitual es que ocurra, ya no supone una novedad.

Quizás el gobierno que bien nos quiere actúe así para que nos habituemos y no nos preocupemos por las noticias, con el fin de que vivamos felices y contentos.

Si les concede la amnistía a los golpistas y secesionistas es para tener un país en el que rija la armonía, es decir, por nuestro bien. El que los beneficiados pregonen que volverán a intentarlo no hay que tenerlo en cuenta, es solo un farol para quedar bien entre sus partidarios.

Tampoco hay que preocuparse por que se les haya traspasado la red ferroviaria que trascurre íntegramente en la comunidad catalana. Si va solo entre ellos, que se lo coman ellos. Nos hacemos una pregunta ¿se lo pagarán ellos con su dinero? Sospechamos que no.

Por de pronto ya están reclamando la quita parcial de quince mil millones del fondo de liquidez autonómica. La experiencia nos dice que los obtendrán, esos y todo lo que exijan, pues es el precio que los españoles tenemos que pagar para que “cum fraude” y familia sigan viviendo mejor que reyes, aunque se declaren republicanos. Nos llega el rumor de que parece ser que se ha comprometido a perdonárselos, claro que como han vetado una proposición de ley para ayudas al sector primario por setecientos noventa millones, no nos sale tan caro el mantenerlo en el curul.

Como sus socios, mejor dicho, sus jefes catalanes han convocado inesperadamente elecciones en su territorio, adelantando sorpresivamente la fecha, ha aprovechado la ocasión para anunciar que no tramitarán presupuestos este año, que se prolongarán los del pasado. En el fondo lo sentimos por él, pues demuestra que le falla la memoria. Hace unos años, cuando estaba en la oposición, no se cansó de pregonar que “un gobierno sin presupuestos es un gobierno que no gobierna nada”. Hay que reconocerle que es un genio, un adelantado a su tiempo, lo grave es que no se aplica el cuento, porque sigue hablando de su gobierno.

Una de las últimas ocurrencias de nuestros jefes nominales es legislar para abolir la prostitución. Totalmente de acuerdo, pero, sin embargo, aclárennos. ¿Qué tienen ideado? Quizás una ley como la del “solo sí es sí”. Recordemos que en vez de proteger a la mujer provocó que más de cien violadores saliesen de la cárcel y se redujese la condena a más de mil. ¿Eso es protección?

Creemos que entre las mujeres que se dedican al denominado oficio más viejo del mundo, hay un grupo pequeño que lo hacen y lo seguirán haciendo porque les gusta. Otro grupo, también pequeño, están en ello porque así pueden darse pequeños lujos, viajar, etc. y es una manera de pagárselos, Al lado de estos está el que constituye la gran mayoría, que se prostituyen porque es la única manera que tienen para obtener un dinero que les permita sobrevivir. Una ley sobre la prostitución debe dejarse de medidas que solo son para la galería y establecer cauces asequibles para que las que quieran dejar ese mundo puedan hacerlo. Todo lo demás solo provocará que ese mundo se vuelva cada vez más clandestino y, en consecuencia, más difícil de erradicar. Claro que, si la futura ley trae esas consecuencias, será culpa de jueces fachas y antifeministas.

Los anteriores ejemplos nos permiten afirmar que “sin novedad en el frente”. Todo lo que está pasando en nuestro país no es nuevo, sino simplemente “más de lo mismo”

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