En días pasados hemos asistido a un suceso vergonzoso, por dos motivos. Por el hecho en sí, y por el trato que se le ha dado. Me refiero al brutal y cobarde asesinato del ex legionario motero en Zaragoza.

Por lo que se sabe, el crimen tuvo lugar hace dos viernes y la persona agonizó en estado vegetativo, hasta que falleció el miércoles siguiente. Descanse en paz.

La primera conclusión a sacar, es que se está volviendo peligroso llevar cualquier objeto, por intrascendente que sea, que pueda revelar los gustos o preferencias de una persona, por legítimos que sean, si no son del agrado de los que se autoproclaman salvadores de los oprimidos, y defensores de los desheredados de la tierra.

El hasta ahora presunto asesino, que según parece no es ningún paria, y sus allegados tienen contactos internacionales de alto nivel, había pasado, hace relativamente poco, cinco años en la cárcel por dejar tetrapléjico a un guardia municipal. Es decir, es un angelito. Opino que escaso tiempo, pues el guardia, aún joven, pasará el resto de su vida en una silla de ruedas y con daños cerebrales irreversibles. ¿Qué importa? Era un agente de la autoridad.

Lo primero que llama la atención es que, prácticamente hasta el martes siguiente al hecho, el mismo fue ignorado por la mayor parte de los medios de comunicación, tanto televisión como prensa. Naturalmente hubo escasas y honrosas excepciones, que si informaron del mismo, pero por ejemplo, una cadena de televisión nacional, de gran audiencia y pretendido prestigio, famosa por sus debates, solo hizo una breve referencia al crimen el miércoles por la noche. ¿No se había enterado?

¿Tenía miedo de perder audiencia?

Quizás la explicación haya que buscarla en las presuntas ideologías del muerto y del delincuente acusado. Mucho me temo que si hubiesen sido al revés, al poco de producirse el hecho, habría sido portada en toda la prensa, y noticia destacada en los noticieros y tertulias televisivas. Recordemos que al presunto asesino, hasta le hicieron un homenaje con un corto cinematográfico, cuando descalabró al guardia. Claro que hay que entender en que en estos tiempos, los buenos son los que alientan a sus adeptos a aprender a fabricar cocteles molotov, que explican cómo se rompieron un dedo en una pelea con gente de clase socioeconómica inferior a la suya, lumpenes de la sociedad, gentuza de baja clase social. Así no sorprende que, la mayoría de esos, aún no se hayan enterado del suceso y los pocos que lo comentan, se salen por los cerros de Úbeda. Alguno, como el alcalde de la gomina, si asiste a un acto de homenaje al muerto, pero está el mínimo tiempo posible y no aplaude ni por compromiso, lógico, como la victima seguramente era un facha…. Su segundo en el Consistorio estaba muy ocupado en una reunión, ¿qué reunión municipal no se puede retrasar cinco minutos?

En estas circunstancias, no es de extrañar que un partido de cierta ideológica, vaya a llevar en sus listas a un asesino, que mató a una persona colocándole una bomba en el pecho, pero que condenado a treinta años solo cumplió once. Baratas salen las muertes en este país, si piensas de determinada manera.

Por otra parte, todo hay que decirlo, aquellos de los que cabría esperar una crítica contundente, si han condenado el hecho, pero de una forma bastante suave, digamos endulzorada, lo justo para que nadie les pueda reprochar su actuación. Hay que entender que en unos días hay elecciones importantes, por lo que es primordial cuidar el voto. Primer lema a tener en cuenta, no enfadar a nadie.

Nos guste o no nos guste, este es país que tenemos. Conceptos como valores, ética, moral, dignidad, etc. son desconocidos, y parecen no preocuparle a mucha gente. Conclusión, unos, una vergüenza, otros, unos cobardes. Esta es nuestra España.

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