Hace unos días una política madrileña, hablando de “cum fraude”, opinaba que su preocupación fundamental es su “Proyecto YO”. Creemos que resumió en muy pocas palabras una gran verdad, que efectivamente muchos podrán negar, pero si analizamos las negaciones descubriremos que en su gran mayoría se deben a intereses particulares, en poder seguir chupando del bote.

Sin duda si repasamos las actuaciones del líder supremo, llegamos a la conclusión de que responden a un viejo adagio, “primero yo, después yo, siempre yo”. Todas ellas encuadran en un mismo esquema, ante todo mantenerme en el sillón sea como sea, si hay que mentir y engañar a la ciudadanía se hace, pues el pueblo está para lo que está.

Es muy humano tener proyectos y aspiraciones, tratar de conseguir algo, para lo que trabajamos y nos esforzamos. Es muy lícito y loable hacerlo, gracias a ello avanza la humanidad, pero es anti ético e inmoral hacerlo a costa de los demás. Este es el caso de “cum fraude”, antes de dar un paso solo piensa en sí mismo, las consecuencias para la gente le traen sin cuidado.

En otras palabras, tiene su “Proyecto YO”, pero entendamos que su proyecto no es algo que quiera hacer para los demás, sino para beneficio particular.

Si recogiésemos todas las mentiras que nos ha dicho y los cuentos que ha intentado colarnos, no puede negarlo pues existen hemerotecas, posiblemente serían suficientes para editar un libro.

En la línea que comentamos es lógico que acabe de aumentar en un ciento veinticuatro por cien el gasto en publicidad oficial. Hay que lucirse bien, sobre todo si es a costa de los demás, aunque sea con falsedades.

Consecuentemente no nos extraña que el desgobierno ya haya firmado un acuerdo con una productora para realizar un documental sobre el trabajo cotidiano de su jefe. Dicen que estará presidido por una estricta transparencia democrática y carencia de carácter propagandístico. ¿Se lo creen? Según parece la productora

 lo hará gratis y una vez recuperado lo invertido, deberá ceder una quinta parte de los beneficios a organizaciones sin ánimo de lucro.

Una pregunta sin mala intención. Si se dedica a salir a diario en la tele, ¿cuándo va a trabajar? Suponemos que tendrá asuntos que resolver lo suficientemente delicados como para no hacerlo delante de unas cámaras.

Otra cuestión que nos inquieta, si la productora no recupera lo invertido, posibilidad a contemplar a no ser que estén las cosas amañadas de antemano, ¿quién cargará con las pérdidas?

Suponemos que ninguna persona o entidad que intervenga en el tinglado, recibirá subvención alguna por cualquier pretexto. Lo decimos porque ahora se regala dinero público, es decir de todos los españoles, para auténticas chorradas.

En vez de tanto presumir, “cum fraude” debería tomar nota de que al parecer el Reino Unido ha pedido a los dignatarios que asistan a la coronación del nuevo rey, que viajen en vuelos comerciales, para no colapsar el aeropuerto, y ha dispuesto una flota de autobuses para que se trasladen por la capital.

Las noticias son que nuestro no admirado jefe no va a asistir. ¿Obligarle a no viajar en jet privado? Inadmisible. Además hay que tener en cuenta que aunque ese avión gaste en una hora más combustible que un ciudadano español en un año y que emita también en ese mismo tiempo más CO2 del que originan las actividades de un europeo, él es él. Ha trascendido que la excusa puesta es que asistirá el Emérito.

Nosotros creemos que aparte de la incomodidad que le ocasionaría el viaje de una forma a la que no está acostumbrado, su “YO” no soportaría que en la capital inglesa fuese uno del montón.

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