Poca gente escarmienta en cabeza ajena, y por eso, cuando le llegan los primeros indicios de que algo no funciona como querría, hacen oídos sordos y ni caso. Si los indicios se confirman, son los primeros en mostrarse extrañados, y buscan desesperadamente a quien echarle la culpa, porque lógicamente ellos no han tenido nada que ver en el asunto, tan solo son unas víctimas de las circunstancias.
La postura descrita es la que adoptan con frecuencia los políticos. Cuando las cosas les van bien, o eso creen ellos, son los primeros en auto vanagloriarse, y de calificar de propaganda rastrera de los contrarios, los primeros indicios de que algo pasa, de que algo no va bien.
Lo comentado anteriormente es lo que ocurre en nuestro país, y el impresentable “cum fraude” tan tranquilo. Recientemente ha tenido un serio primer aviso, pero parece que no se ha enterado del mismo. Nos referimos a la renuncia de su hermano a su cuestionado puesto en una diputación extremeña. Como sin duda comprendió que no tenía salida razonable en el lío en que estaba metido, cogió y renunció, aunque creemos que todavía tiene pendientes de explicar varias cuestiones.
Consideramos que lo hecho por su hermano es un serio primer aviso para nuestro no querido jefe, pero dudamos de que él se lo haya tomado como tal. Por de pronto no ha dicho, que se sepa, ni media palabra sobre el asunto. Esta postura nos extraña. Lo lógico es que se dirigiese a la nación y diese alguna explicación sobre lo ocurrido. No olvidemos de que según parece le hermano obtuvo el puesto al que renunció, por ser el hermano, por lo que al menos indirectamente, “cum fraude” tiene algo que ver en el tema.
Sin embargo, el último citado aparenta estar tan tranquilo. Parece que no se entera de la fiesta. El fugado en Bruselas le ha impuesto que haya una moción de confianza, y la habrá. Suponemos que ya estará buscando una salida airosa para el caso de que la pierda, cosa bastante probable a no ser que el exiliado aproveche la ocasión y canjee momentáneamente sus votos por nuevas exigencias. ¿Qué hará entonces “cum fraude”? Lo que hace siempre, contarnos un cuento y agachar la cabeza.
Parece inexplicable que no se dé cuenta de los avisos que le están llegando por todos los lados. Quizás sea consecuencia de que como se considera por encima del bien y del mal, estime que los citados no son más que palabrería barata y que por lo tanto lo mejor es ni caso.
Lo hace con todo. Recientemente el Banco Mundial, en un informe, considera que nuestro país es en el que más crece la corrupción y más se deteriora la democracia. Otro aviso del que parece no se ha enterado.
Suponemos que tampoco se ha enterado de que según una encuesta realizada por una consultora internacional, es uno de los diez líderes del mundo peor valorados, y de los que tiene menor apoyo popular a nivel internacional.
Es una pena que en un país como el nuestro, la persona de la que depende todo, haga oídos sordos a todos los avisos que le están llegando desde todos los rincones. Hasta su propio hermano, al que según todos los indicios tanto favoreció , le ha mandado uno.
En definitiva, ¿qué tenemos que hacer? Lo hemos dicho muchas veces Dado que no se entera de los múltiples avisos que le están llegando, no nos queda más remedio que echarlo, democráticamente sí, pero fuera con él. Le aconsejamos que no se ponga tonto y se considere ofendido, pues todavía podría acabar sentado en el banquillo de los acusados de un tribunal
