Una semana más asistimos a otros actos de la comedia, más exactamente tragedia, con la que nuestros políticos, incomparables en su mayoría, tratan de mantenernos con Alicia en el País de Las Maravillas. Efectivamente incomparables porque de cualquier equiparación que se hiciese de ellos con personas sensatas, que realmente buscasen el bien de los ciudadanos, nos daría un resultado alucinante, para mal claro está.

Por un lado tenemos su postureo, es decir “su actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción”. Por otro  lado quieren que caigamos en el mesianismo, como se denomina a la “confianza inmotivada o desmedida en un agente bienhechor que se espera”; lógicamente, suponemos que no hace falta advertirlo,  cada uno de ellos parece que se considera un mesías.

Mientras tanto el españolito de a pie sigue aguantando. Nunca mejor dicho lo de “a pie”, pues así nos veremos obligados a desplazarnos la mayoría. Efectivamente la creciente campaña contra los coches, porque contaminan mucho, unida a las manifestaciones de varios líderes izquierdistas de elevar el precio de los vuelos, (lo que no les preocupa porque ellos podrán pagarlos), nos obligará a caminar mucho más. Pensándolo sosegadamente debemos estarles agradecidos, porque así mantendremos el tipo.

Aunque el genial economista  Keynes dijo “a largo plazo todos estaremos muertos”, creemos que debemos preocuparnos por el futuro, por el mundo que vamos a dejar a las próximas generaciones, pero no es menos cierto que sin perder de vista ese objetivo, tenemos que lograr que el mundo actual sea mejor. Mucho llenarse la boca con lo de agenda 2030 o 2050, pero ¿ha habido alguna agenda de 2021?

Hay una explicación sencilla. Para cuando dicen se harán realidad, gracias a nuestro sacrificio, todas esas promesas mesiánicas, gran parte de nosotros no estaremos en este mundo, por lo que no podremos decirles que toda su actuación no ha sido más que un postureo vergonzoso.

Como todo nos va sobre ruedas, “cum fraude” rechazo acudir al Congreso para explicar su actuación con respecto al tema de Afganistán, por considerar no “prioritaria” su intervención.

Tampoco se dignó explicar en la Cámara, y según parece no tiene intención de hacerlo, las verdaderas razones del exorbitante precio de la luz. Suponemos que como él y los miembros de su gobierno de pacotilla que viven en inmuebles oficiales no tienen que pagarla, tampoco les es un tema prioritario. El españolito que pague y aguante, que ya vendrán tiempos mejores. En nuestro desconocimiento del fondo del asunto, pensamos que por ejemplo, se podría subvencionar la luz en origen. Dinero para ello sobra, de lo contrario no se habría rescatado con cincuenta y tres millones a una compañía aérea, que no llega al cero con uno por cien de la cuota de mercado español; quizás su mérito para lograrlo sean sus conexiones con los amigos chavistas.

En el futuro toda va a ir mejor. En la prevista nueva  ley de universidades se contempla que también los profesores titulares puedan ser rectores. Es decir, en vez de esforzarse en ser catedrático si quieren poder llegar a lo más alto, les bastará con tener los sufrientes amiguetes en ese “órgano específico” que también  podrá nombrarlos. Además, en caso de igualdad de méritos, las mujeres tendrán preferencia sobre los hombres.  Como creemos en la verdadera igualdad entre los dos sexos, esta última medida la consideramos no solo discriminatoria por razón de sexo, sino también ofensivo y humillante para las mujeres. Lo que piden muy justamente es igualdad real, no que se les regale nada.

El panorama no augura nada bueno.

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