Hace casi medio siglo, en pleno estertor del antiguo régimen, una inolvidable cantante, que por desgracia nos dejó muy poco tiempo después, nos deleitaba con una canción en la que expresaba su amor a nuestro país y su temor a lo que pudiese ocurrir en el mismo. Hablamos de Cecilia. La canción en cuestión fue censurada en algunas de sus palabras, porque como se diría ahora, no era políticamente correcta para la época. La melodía se titula “Mi querida España”.
La hemos escuchado muy gustosamente varias veces últimamente, y cuanto más lo hacemos, más tenemos la sensación de lo que se dice en ella, se puede aplicar, por desgracia, a nuestra actualidad.
“Mi querida España, esta España viva, esta España muerta” Efectivamente, nuestro amado país quiere aparentar estar pujante, pero con mayor frecuencia lo contemplamos como algo que fue y que ahora se limita a subsistir, lo que debemos agradecer a la mayor parte de nuestros políticos, que la han convertido internacionalmente en un cero la izquierda.
“De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas”. Si, porque todavía hay muchos buenos españoles que claman por lo que fuimos y lo que podíamos ser, si ciertos elementos no trabajasen en su contra.
“¿Dónde están tus ojos? ¿Dónde están tus manos? ¿Donde tu cabeza?” Eso nos preguntamos muchos, ¿Dónde está lo que fuimos y lo que podíamos ser?
“Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra” Nuestro país es de todos los ciudadanos, aunque últimamente parece que ciertos políticos la han tomado como su cortijo particular.
“De las alas quietas, de las vendas negras, sobre tu carne abierta” Éramos un pueblo tranquilo, cierto que con recuerdos recientes nefastos, con alguna herida aún abierta, pero lo habíamos superado, hasta que llegó una jauría cuya principal ocupación es conseguir que volvamos a sangrar todos.
“¿Quién pasó tu hambre?, ¿Quién bebió tu sangre cuando estaba seca? Eso nos preguntamos ahora. Los que verdaderamente lo pasaron mal fueron los integrantes de las generaciones de la guerra y de la postguerra. Esos si pasaron hambre y privaciones, pero gracias a su esfuerzo hicieron renacer a nuestro país. Por paradojas de la vida, ahora apenas si se los tiene en cuenta, y un numeroso grupo de nuestros políticos se auto alaban descaradamente si logran conseguir algo, mientras disfrutan cómodamente de la vida.
“Mi querida España, esta España en dudas, esta España ciega” Queremos a nuestro país, pero afirmamos que como entidad está continuamente en dudas y ciega ante el futuro. Ello es consecuencia de que quienes la dirigen no distinguen entre verdad y mentira. Hoy dicen y prometen una cosa, mañana todo lo contrario y pasado quien sabe. La consecuencia es que el país está ciego ante su futuro.
“Pueblo de palabras y de piel amarga, dulce tu promesa” Los españoles con frecuencia hemos sido un pueblo áspero, pero también una gente que sabía mantener su palabra y sus promesas. Hoy en día internacionalmente solo los ilusos se fían de nosotros. Filtramos información reservada a los contrarios y lógicamente para nuestros teóricos amigos somos un cero a la izquierda.
“Quiero ser tu tierra, quiero ser tu hierba, cuando yo me muera” Eso es lo que queremos los buenos españoles, estar enraizados en nuestra tierra hasta nuestro último día. Por desgracia muchos de nuestros dirigentes hablan y actúan como si se avergonzasen de donde son.
Nuestra querida Cecilia cantó la melodía en circunstancias muy distintas a las actuales, pero por paradojas de la vida, creemos que si viviese también la cantaría en la actualidad. Razón no le iba a faltar.
