Si, efectivamente, y cierra España, pero por desguace. La operación comienza el próximo 21 de diciembre, fecha muy acertada, la víspera del sorteo de Navidad. Unos contentos porque les tocará el gordo por anticipado; otros, la mayoría que no tendrán un premio el día siguiente, se consolarán ¡pero al menos tenemos salud!

Después Navidades y cambio de año, días de paz y concordia. A continuación los saldos y rebajas de enero, las gangas y liquidación de existencias, en este caso de España. Poco después Carnavales, jolgorio y disfraces, y luego ¡Dios dirá!

Sin ser catastrofista, y esperando sinceramente equivocarme, creo que el camino emprendido nos lleva probablemente a lo descrito.

¿Para qué tanta prisa con las elecciones? Lo de sentido común sería desmantelar previamente todo el entramado independentista. Lo contrario es jugar una partida de cartas, con un contrario que tiene las cartas marcadas o todos los triunfos. Demencial. La prueba es que destacados independentistas, que hasta hace pocos días proclamaban que esas elecciones eran una traición, ahora son partidarios de ellas. Lógico, se las ponen a huevo.

Si en Lérida sacar un escaño cuesta 1,00 voto, en Gerona 1,44, en Tarragona 1,50 y en Barcelona 2,31. Es más fácil lograr un escaño en las zonas más independentistas. Los últimos sondeos indican un posible resultado de votos equilibrado, pero dado el coste de cada parlamentario y la ley electoral, muy probablemente los independentistas volverán a tener mayoría en el Parlament, y…. ¿entonces? Ya sabemos lo que vendrá después, vuelta la burra al carro.

Si se cumplen esas previsiones. ¿Qué alternativa le queda al Gobierno? Solo subastar España al mejor postor, no se me ocurre otra cosa. ¿Proponer unas nuevas elecciones? Eso sería más humillante, indigno y rastrero que la huida de la Fregona Cobarde, dejaría a España por los suelos.

Lo inteligente hubiese sido ir con más tranquilidad, prudencia (de las que tanto habla el Presidente) y más astucia. Primero, según lo apuntado, desmontar totalmente la trama secesionista, antidemocrática y malversadora de fondos. Después, convocar un referéndum, independencia ¿sí o no? La pregunta haría espabilar a los atemorizados y pasotas. Contando solo los votos, casi seguro ganaría el no. Además como haría todo país racional y sensato, para un tema tan vital, se exigiría un porcentaje cualificado, tanto de participación, como de votos a favor de una opción, las dos terceras partes tanto del censo como de votos. Sería de locos y traidores conceder la independencia con una mayoría simple cualquiera, por ejemplo 51 votos a favor y 49 en contra, como quieren los secesionistas.

La pelota está en el tejado. El Gobierno no puede esconderse continuamente y echar balones fuera. Esto solo conduce a nuevos problemas como el que se avecina, una candidatura independentista unitaria, con sus líderes encarcelados, y la Fregona huida a la cabeza, que seguramente tendrá mayoría de escaños.

Otra tema preocupante. Esa comisión para la reforma constitucional que de encaje a Cataluña, es decir, le de los privilegios que quiera. En tal caso el que suscribe, siendo gallego no independentista, también exigiría otra reforma que nos de a los gallegos nuestro encaje, los privilegios que queramos. Independentista no, pero tonto tampoco. Supongo que compatriotas de otras comunidades, con todo derecho y razón, exigirían lo mismo. Se rumorea, y no son teorías conspiratorias, que esa comisión es una concesión al principal partido de la oposición, por su apoyo para la aplicación del 155. Lo que mal empieza mal acaba. Como ya es habitual, son componendas con vistas a las futuras elecciones, ganarlas es lo que habitualmente solo les preocupa a los políticos en general, en vez de trabajar por los ciudadanos, lo que siempre prometen y lo que casi siempre olvidan.

Spread the love