La mayoría hemos oído alguna vez esa frese. La pronunció Julio Cesar antes de cruzar el Rubicón. Queremos entender que la dijo con el convencimiento de que la situación era la que era, y no tenía más que hacer que auto desearse suerte. Efectivamente las cosas le salieron bien.

Pensando en nuestro país, creemos que a nuestros dirigentes se les puede decir lo mismo, aunque ellos, por inconsciencia o por vanidad no quieran admitirlo. El tiempo, creemos que, en muy corto plazo, nos dará la razón.

Tienen la suerte echada porque o se van, que es lo que nos permitimos aconsejarles o los echaremos. No tienen más salidas. Nosotros preferimos la primera, pero queriendo llevar las cosas por el buen camino hasta el final, como siempre hemos hecho, les dejamos escoger.

Lo que deberían tener en cuenta, ahora que aún están a tiempo, es que su destino está sellado, Deberían pensar en ello, y no en sus tejemanejes.

Quizás quieren igualar o superar a algún personaje célebre en la literatura, como a “Alí Babá y los Cuarenta Ladrones”. Lo decimos porque indudablemente han superado al citado Cuando se descubra todo, muy posiblemente no nos encontraremos con cuarenta, sino quizás con cuatrocientos, lo que nos obligará a construir nuevas cárceles, es decir, a gastar dinero por su culpa, aunque ya estamos acostumbrados a sus despilfarros.   

Es posible también que quieran darnos pena, que busquen nuestra compasión, convertirse en un Quasimodo, como el de “El Jorobado de Notre Dame” La verdad es que en esto último tenemos nuestras dudas, porque con la arrogancia que tienen algunos, no admitirán que los comparen con alguien que tenga un notable defecto físico

 De lo que no hay duda es de que más de uno de nuestros políticos ha tratado de suplantar a uno de los protagonistas de “Pinocho y Chapete”, en especial nuestro no 

querido “cum fraude”. Por cierto, que lo hace muy bien. Cualquiera que lo oiga posiblemente quede convencido de que está diciendo verdades, pero en cuanto lo escuche un par de veces y vea como se materializa lo que dice, se desengañará, y se dará cuenta de que lo está embaucando.

Este es el problema que tiene nuestro país. Los que nos mandan, o no saben hacerlo, o simplemente para ellos somos simplemente unos seres, creemos que no nos consideran ni como personas,

Lógicamente la situación está muy difícil. Si no saben mandar deberían dimitir, es lo que haría cualquier persona honesta, es decir, decente, razonable y justa. Pero claro, si lo hacen dejan de tener medios para vivir a lo grande, mientras que los ciudadanos vivimos como podemos.

Si solo nos consideran como unos seres que estamos a su servicio, como creemos que es, no nos puede extrañar que actúen como lo hacen. Primero yo, antes yo y después yo.

No tienen en cuenta dos viejos dichos, “de perdidos al río”, y “si hay que morir, moriremos matando”

Creemos que solucionar la situación de nuestro país es fácil, pero para ello hay gente que debe abandonar su proceder. Incluso se lo decimos por su bien. Ya están empezando a pelearse entre ellos. ¿Hasta dónde llegarán?

A menudo ponemos el ejemplo de la Revolución Francesa, o mejor dicho de la Carnicería Francesa, Al principio todo bien, pero poco a poco surgieron problemas, hasta que acabaron matándose unos a otros.

Sean un poco listos y no lleguen a ese extremo, pues el camino por donde van es  a lo que les conduce.

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