Indudablemente hacemos aguas por todos los lados. Afirmar esto no es ser pesimista. Nos guste o no nos guste, que no nos gusta desde luego, el país cada día va peor, y quienes encabezan nuestra penosa situación son nuestros impresentables dirigentes
Internacionalmente cada vez somos menos, un cero a la izquierda. Se acuerdan de nosotros cuando les conviene, cuando necesitan nuestros votos para algo que les interesa, De lo contrario como si no existiésemos.
Nuestros jefes, mientras tanto, tan contentos y hasta se creen importantes a nivel mundial. Con tal de poder sacarse una foto de vez en cuando, al lado de personas verdaderamente importantes, y poder decir unas palabras en público, aunque los espectadores están deseando que todo acabe cuanto antes, todo arreglado.
Como nuestros jefes llevan tiempo denostándonos que no tienen sentido común, excepto para lo que les conviene, a nosotros ya no nos extraña nada. Estamos curados de espanto, eso tenemos que agradecérselo.
Cada día surgen nuevos tinglados en que están metidos los políticos, y quieren meternos en el todos contra todos y sálvese el que pueda. No obstante, cuando les conviene, por ejemplo, por creer uno que va a ser el próximo en salir al ruedo, saben muy bien defender lo indefendible.
En cuanto a los gastos no se preocupan de ellos, como no tienen que responder de los mismos ante nadie, venga días y caigan panes.
Hace poco nos hemos enterado de que al parecer el Ministerio de Agricultura tiene previsto gastarse cuatrocientos veinte mil euros en fotografías y videos de los actos en que participe. Por otra parte, Transportes empleará cuatrocientos cincuenta mil euros en un videojuego para enseñar hábitos saludables y teletrabajo. Como para algunas cosas nadie se puede quedar atrás, el por tres veces ministro (el de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes) se gastará ciento treinta mil euros en hacer desaparecer documentos confidenciales.
Nosotros creemos que se podía hacer lo mismo descrito anteriormente, por bastante menos dinero, pero para que molestarse, total paga el pueblo
Lo que más nos llama la atención es lo de la destrucción de documentos. O tienen una cantidad ingente de ellos, o con echarlos a una chimenea asunto arreglado. Claro que, si se procede así, nadie quedará debiendo un favor, ni se podrá llevar una comisión.
No olvidemos que los que se portan bien tienen su recompensa. Por ejemplo, acaban de elevar a vicepresidente de la compañía en donde estaba, al coautor, junto con “cum fraude” del libro plagiado sobre la tesis de este último. El que se porta bien tiene su recompensa.
No es de extrañar, por lo tanto, que el magistrado que lleva el caso considere evidente que el fiscal general haya hecho desaparecer pruebas. ¿Qué pasará? El tiempo quizás nos lo diga.
Para completar su trabajo y tener todo atado y bien atado, los jefes están tratando de crear un registro estatal de medios, en palabras llanas, una nueva ley mordaza.
Todo lo expuesto, y más que podríamos añadir, nos autoriza a afirmar que la brecha en nuestro país crece. ¿Hasta dónde? Eso no lo sabemos. Lo que si tenemos claro es que, por una parte, el mundo cada vez nos hace más a un lado Por otra la brecha dentro de España entre sus ciudadanos es cada vez mayor Hay una casta dirigente que se ha apropiado del país y hace lo que le da la gana y el resto de la población que le toca aguantar.
Lo hemos dicho repetidas veces, no debemos soportar esta situación, y el remediarlo es cosa nuestra ¡Animo!
