Eso es lo que está haciendo, desde hace tiempo, nuestro fotogénico Presidente del Gobierno, que parece más preocupado por lucirse en las fotos que arreglar el país, aunque contribuyese en gran medida a que está hundido.

Dicha postura consiste en pregonar, en situaciones difíciles, que se está avanzando, haciendo caso omiso de los indicadores que advierten de todo lo contrario, negándose a replantearse y mucho menos a modificar el camino que se ha trazado, confiando ilusoriamente en que los problemas de una forma u otra se solucionarán.

Es un autoengaño consciente para el que adopta tal postura y una mezquindad para los que dependen de él.

Los datos del INE sobre la situación económica de nuestro país no concuerdan con lo que dice el Gobierno. Solución, aprobar próximamente un nuevo Estatuto para el citado Instituto, acabando con su independencia, como ya ha advertido la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado, forzando indirectamente a dimitir al presidente del primero, dados los insistentes rumores sobre su destitución.

En su afán de figurar “cum fraude” ha dado la nota repetidamente con motivo de la cumbre de la OTAN. El presidente estadounidense, a pesar de traerse su helicóptero personal, se trasladó a La Moncloa en un coche, sí, supe blindado, pero un coche, el nuestro en helicóptero. Que no se equivoque nuestro mandatario, en caso de que un grupo terrorista hubiese planeado un atentado, en base a su importancia internacional, él habría estado en uno de los último lugares de la lista de posibles objetivos.

El recibimiento al citado tuvo lugar en donde apuntamos, no en La Zarzuela, como creemos que debería haber sido, pues no es lo mismo un Jefe de Gobierno que un Jefe de Estado, pero hay que lucirse.

En la mesa de “cum fraude” ponen nuestra bandera al revés, ¿a quién nos hemos rendido? Bien es cierto que con posterioridad pidieron disculpas, pero el citado debería haberla puesto, él mismo, correctamente en el momento.

Quizás tragó para ver si así lograba que Ceuta y Melilla quedasen bajo el paraguas de la Alianza, cosa que parece no ha conseguido.

 Aprovechamos la ocasión para advertir a nuestros compatriotas de esas dos ciudades que si se repite lo de la isla Perejil, apostamos a que nuestro flamante y por desgracia jefe no actuará. Se escudará en que es mejor dialogar a exponerse a un derramamiento de sangre, que Marruecos le ha garantizado el respeto a los españoles y su modo de vida, etc. No queremos ser agoreros, pero recuerden lo que pasó con la Goa portuguesa. Nos atrevemos a aconsejarles a los habitantes de esas ciudades, que en cuanto puedan se trasladen a la península. Vale más prevenir que lamentar.

Para lograr el consenso en nuestro país, la prensa informa de que “cum fraude”

ha prohibido a la CNI, vigilar a los golpistas catalanes y a los pro etarras vascos. En medio de todo es una decisión lógica y de sentido común, pues ellos son los que verdaderamente mandan.

Para completar la desfachatez del jefe y compañía, la ministra de la Desigualdad (nunca mejor dicho), ha viajado a USA para apoyar a quienes protestan por la nueva legislación sobre el aborto en dicho país. Lo grave es que ha ido en el Falcón oficial. ¿Su viaje tiene tal consideración? Opinamos que no, puesto que nuestro gobierno no se ha manifestado como tal sobre la citada legislación. ¿Entonces? Solo nos queda pensar que le ha apetecido cruzar el charco a costa de los españoles, pues si es ella o su partido quienes quieren protestar, ya saben quien tiene que pagarse el viaje.

Ministra de Igualdad, ¿somos todos iguales o no?

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