Seguramente muchas personas al leer la cabecera de este comentario se preguntarán, ¿quiénes ganaremos?, ¿qué ganaremos?, ¿a quién o quiénes ganaremos?
Las respuestas son sencillas, las encontrarán fácilmente si están al tanto de como discurren las cosas en nuestro país.
Decimos que ganaremos no con ánimo triunfalista de una victoria, sino en el fondo apesadumbrados, porque ello implicará que teníamos razón, los que durante mucho tiempo hemos sostenido que las cosas van mal, que así no podemos continuar, no nos han hecho ni caso, tuvimos que aguantar todo, pero al final el tiempo nos dio la razón.
Nos hemos cansado de avisar, de decir así no, de ofrecer propuestas alternativas, pero ha sido como hablarle a sordos.
Señor “cum fraude”, usted está donde está porque compró su puesto, y se mantiene en el empleando la misma táctica, es decir, en base a concesiones a otros partidos, que lo saben muy bien y explotan a su favor la situación. Es evidente que le queda muy grande, pero con tal de estar en él, traga con todo lo que sea.
Cuando ganemos nosotros, y no dude que lo lograremos, tendrá que irse, aunque muy posiblemente en cuanto vea la situación perdida nos hará un favor y le faltará el tiempo para escapar. Ya nos ha demostrado que es muy hábil para huir en cuanto las cosas se le ponen mal. En eso es un maestro avezado.
Ganaremos los ciudadanos de a pie, los que protestamos, si bien pacíficamente por lo de ahora. Los que no nos cansamos de señalar, un día sí y otro también, las irregularidades que comete este desgobierno, Su trayectoria sin sentido, que solo nos puede conducir a un desastre, mayor cuanto más tiempo consiga mantenerse Lo que ganaremos es muy sencillo. Simplemente tener un país modélico, sin privilegios para los que mandan, en el que todos seamos verdaderamente iguales ente la ley, y esta sea realmente igual para todos.
Un país en el que se atiendan prioritariamente las necesidades de sus ciudadanos, en vez de gastar el dinero en auténticas tonterías, viajes sin sentido cuyo único fin real es lucirse o hacer turismo. Un país en el que sus políticos den ejemplo de respeto mutuo, que es la base de la convivencia, en vez de pelearse un día si y otro también en las cámaras de representantes.
Donde sí hay una norma que ha quedado obsoleta, que conviene no aplicar más, por la razón que sea, se proceda a cambiarla de acuerdo con la legislación vigente, en vez de saltársela alegremente, como se ha hecho recientemente en el Congreso de Diputados. Si los padres de la paria hacen eso, ¿que pueden pedirnos al pueblo? Claramente, nada.
¿A quién o quiénes ganaremos? Creemos que está muy claro, la respuesta es de Perogrullo. A todos los que llevan un tiempo disfrutando de los beneficios del poder, sin traerles sin cuidado el daño que hacen a quienes son verdaderamente dueños del mismo, es decir, al pueblo.
Tengamos en cuenta el viejo dicho “el pueblo unido jamás será vencido”. Efectivamente, si todos nos unimos, lo que desde luego significa dejar la comodidad de pensar que no podemos hacer nada, lograremos echar a los que ahora nos mangonean.
Nunca hay que dase por vencidos. Lo hemos dicho muchas veces. Desde luego, el que algo quiere algo le cuesta, pero indudablemente, si todos aportamos nuestro granito de arena, conseguiremos sin duda nuestro objetivo.,
¡Animo! “Cum fraude” y los suyos cada vez se entienden menos entre ellos mismos, es nuestra ocasión.
