No dudamos de que la gran mayoría de las personas saben lo que significa la palabra convivencia, y que desean que la haya, pacífica, entre todos.

Sin embrago también estamos seguros de que hay algunas que no la entienden, no la quieren entender, o la adaptan a su interés particular, y así lo que desean que haya es su conveniencia.

Suponemos que no les extrañará que en el segundo grupo incluyamos a la mayoría de nuestros políticos, que nos dicen que trabajan por la convivencia entre los españoles. Una de dos, o no dan palo al agua o son unos mentirosos.

Solo tenemos que analizar lo que pasa un día sí y otro también en nuestro país. Como mucho buscan la convivencia dentro de un grupo a cambio del desprecio de otros, lo que no es más que fomentar el enfrentamiento con estos últimos.

Por ejemplo, el desgobierno acaba de crear el “Cuerpode Acción Exterior y de la Unión Europea de la Generalitat”. En palabras sencillas la comunidad catalana tendrá su cuerpo diplomático propio. ¿Y las demás comunidades? ¿No tienen el mismo derecho? ¿Por qué hay unos privilegiados?

Ahí no queda la cosa. Parece ser que quiere convertir el Instituto Catalán de Finanzas en un banco público similar al Banco de España.

Es indudable que “cum fraude” y sus amigos (mejor dicho, subordinados comprados) confunden convivencia con conveniencía propia, porque, no nos engañemos con todo ello solo persiguen una cosa, ni más ni menos que mantenerse en el poder.

Para lograrlo debe haber tranquilidad en el país, y en consecuencia no se deben remover los temas y es más si pueden ignorarse mucho mejor. Suponemos que es la razón por la que nuestro no ilustre jefe, no haya dado una explicación de lo que pasa con el fiscal general del estado. ¿Eso puede mantenerse en un país democrático? Creíamos que no, pero por lo que parece estábamos equivocados.

La culpa es nuestra, de los ciudadanos, que no entendemos que convivencia implica paz y tranquilidad a costa de lo que sea.

Desengañémonos de una vez, seamos realistas y admitamos nuestra culpa. Están tratando de construir un país donde reine la concordia y nosotros nos dedicamos a ponerles zancadillas.

No se puede pedir más espíritu de concordia que una ley que amnistía al líder catalán fugado. Dejémonos de críticas maliciosas y pelillos a la mar. Si la Comisión Europea crítica y rechaza tal ley es porque nos tienen envidia Somos un pueblo digno de admiración, con unos dirigentes que no nos merecemos

Debemos de tener en cuenta que nuestros jefes nunca nos mienten, simplemente cambian de opinión, empezando por el principal, cuando lo creen conveniente por nuestro bien.

Unos pocos disfrutan del poder y viven magníficamente a costa nuestra, y la gran mayoría aguantamos pacíficamente, por lo de ahora, como podemos. ¿Qué más convivencia se puede pedir?

Creemos que para que un país prospere debe tener un gobierno serio, que se preocupe realmente por la verdadera convivencia, que explique con sinceridad lo que pasa y las medidas que toma en cada caso.

No queremos ser agoreros, pero estamos preocupados. Nos acostamos pensando de que nueva noticia nos enteraremos al despertar, pues nos sentimos solos ante el peligro, es decir, ante el desgobierno

Creemos que llevamos demasiado tiempo aguantando, La convivencia implica respeto, algo que no tiene nuestro simulacro de gobierno con nosotros, pues solo le preocupa el engañarnos para mantenerse en el poder.

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