Quizás a alguien le extrañe esa afirmación, pero no debería ser así, pues es tan solo una verdad, aunque a algunos les extrañe y desde luego se comporten como si no lo fuera.

Si España somos todos, lo primero que tenemos que decir es que todos somos iguales, con los mimos derechos y obligaciones, lo que es imprescindible para una convivencia pacífica.

Sabemos que de boquilla todos lo afirman, pero si nos fijamos en su proceder diario, tenemos serias dudas de que sea así.

Los políticos, en su gran mayoría y de todos los colores, actúan como si viviesen ellos solos en el país, lo que les lleva a no preocuparse de lo que pueda opinar el pueblo, el ciudadano de pie, al que tanto prometen y tantas explicaciones dan en época de elecciones. Siguen el viejo dicho, “pasó el día, pasó la romería”

Una vez que hemos votado en la práctica dejamos de existir, les trae sin cuidado lo que opinemos y siempre tienen unos planteamientos para llevar la razón. En otras palabras “ellos se lo guisan y ellos se lo comen” ¿Y para nosotros? Ni las migajas, porque no somos nadie.

Un gran ejemplo lo tenemos en “cum fraude”. ¿Cuántas veces ha asegurado una cosa y ha hecho loe totalmente puesto? Ya hemos perdido la cuenta, pero él tranquilo. Al día siguiente nos volverá con una historia similar. La vivienda de súper lujo, que le pagamos todos, sabe disfrutarla tranquilamente, pero sin embargo apenas tiene tiempo para asistir a las sesiones del Congreso, aunque se traten temas muy importantes. Para nosotros es un comportamiento muy claro de lo que en verdad le interesa.

Sus principales adversarios tampoco pueden dárselas de santos. Tan pronto critican una propuesta suya, como poco menos que al día siguiente llegan a un acuerdo, claro está que por el bien de todos.

Los que podríamos llamar mini partidos van a su aire, y se dedican a vender sus votos con tal de que los dejen cacarear de vez en cuando.

En otras palabras, todos van a lo suyo, sin tener en cuenta que como decimos España somos todos, no únicamente ellos.

¿Qué hacemos nosotros mientras tanto? No nos queda más remedio que aguantar con paciencia. Estamos seguros de que la situación actual cambiará, ya sea porque los partidos acaben destruyéndose entre ellos mismos, o por otras causas ajenas a los mismos.

Según parece el desgobierno tiene la intención de ratificar un tratado   con Francia para que un ministro galo pueda sentarse cada tres meses en nuestro Consejo de Ministros. Suponemos que será para que “cum fraude” pueda lucirse a sus anchas. Suponemos que para dar que hablar, lo que le encanta, ha prohibido la parada militar que debería celebrarse e a principios de mayo en la capital. ¿Qué busca? ¿Qué haya protestas y él poder salir como víctima a la palestra?

Según parece está tanteando que las multas del estado estén en función de los ingresos del que ha cometido la infracción. Viva va la igualdad. ¿Quiere atraerse los votos de las personas de menor capacidad económica? Nosotros le damos otra idea, sin dudas más justa y racional. Consiste en que construya viviendas sociales. ¿Cuántas ha prometido ya?, ¿Cuántas ha construido?

“Cum fraude” no olvide que Ensaña somos todos, por lo que el tarto que recibamos debe ser igual para todos. Apartarse de este camino para conseguir votos es simple y llanamente venderse al mejor postor, lo que tarde o temprano conduce al fracaso.

Estamos cansados de avisar, cuando llegue su fracaso, que llegará, no se lamente, usted se ha buscado. España somos todos, incluido usted, aunque no  le guste.

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