“Cum fraude” justificó su moción de censura a su antecesor popular, diciendo que había que sacar a España del lodazal. Sin duda una buena justificación para su actuación. Nuestro país tiene que volver a ser lo que fue, respetando a todos los demás. Esto no lo puede negar nadie.

A la mayoría nos entusiasmó oír tales palabras y esperamos confiados las directrices del nuevo gobierno.

Sin embargo, pronto nos desilusionamos, pues empezamos a comprobar que su intención era sacarnos del lodazal para revolcarnos en el fango, por mucho que dijese, “por tanto, yo me dirijo a los trescientos cincuenta diputados y diputadas del Congreso para pedirles responsabilidad, generosidad y que entre todos saquemos a España del lodazal de corrupción en el que lo ha metido el partido que ahora mismo está gobernando nuestro país.

Las palabras fango y lodazal le gustan mucho a “cum fraude”, las tiene casi constantemente en la boca. En cuanto alguien lo acusa de algo, se defiende, mejor dicho, lo ataca diciéndole que lo que en verdad desea es crear fango o lodazal a su alrededor y meternos a todos en él. Quizás sea esta la razón por la que rápidamente huyó de Valencia, cuando vio que podía mancharse.

Por cierto, refiriéndose a esa catástrofe ha repetido que varias personas e instituciones “no estuvieron a la altura”. ¿Lo estuvo él y su gobierno, o quiere acrecentar el fango?

Su partido está tramitando en el Congreso una modificación de la ley de asociaciones, para tener facultades y poder disolver las que disientan de la verdad oficial. La pregunta es inmediata, ¿Quién dice cuál es la verdad oficial? Quizás seamos mal pensados al hacernos esta pregunta, lo hemos reconocido en ocasiones, pero todos los indicios nos llevan a que serán “cum fraude” y sus amigos. Es más, no queremos una verdad oficial, sino una verdad real.

Hace tres siglos el filósofo Voltaire nos advirtió “Es peligroso tener razón cando el gobierno está equivocado” No podemos menos que darle la razón, sus palabras nos confirman que fue una de las mentes más lúcidas de todos los tiempos, y podemos aplicarlas a lo que ocurre en nuestro país en estos momentos.

Lo comprobamos todos los días. Todo el que disiente con lo que dice el gobierno tan solo es un elemento perturbador que está en el fango y que solo persigue enlodazar a toda la sociedad en beneficio propio.

Por lo de ahora tenemos suerte y la cuestión se reduce a ataques verbales de “cum fraude” y sus amigos para desprestigiar a los que les dicen verdades que no les gustan, pero ¿se conformarán siempre con eso?

 Por de pronto un expresidente socialista ha advertido en la inauguración del congreso federal de su partido “aquí no vale ni una queja”. Buen comienzo, ante todo advertencia muy clara para que nadie se equivoque.

Lo único que nos falta, y cuidado que al paso que vamos todo puede ocurrir, es que nuestro jefe copie de su homólogo nicaragüense y trate de establecer una dictadura familiar en nuestro país.

De lo que estamos seguros es que aquí puede pasar cualquier cosa. El caldo de cultivo está echado y lo que suceda, por el camino que vamos nada bueno, sucederá, no nos auto engañemos, avisados estamos.

Una vez más repetimos que la situación tenemos que resolverla nosotros mismos, nadie nos va a sacar las castañas del fuego. En vez de perder el tiempo auto lamentándonos actuemos. Pacíficamente, sí, pero plantemos cara a los que están utilizado nuestro país como su chiringuito particular, De lo contrario nos arrepentiremos, pero será tarde.

Spread the love