Es lo que le recomendamos a nuestros posibles lectores, porque tal como anda nuestro país, será casi un milagro que algo bueno ocurra, desde el punto de vista del sentido común, la honestidad y la justicia igual para todos.

La primera duda que se nos plantea es elemental, ¿quién manda verdaderamente en nuestra nación que por lo de ahora, y de seguir así por poco tiempo, todavía es España? Lo que tenemos muy claro es que, desde luego, el denominado gobierno, con su figurín a la cabeza, no.

Una nación, con un gobierno que realmente lo sea, sigue una trayectoria coherente, predecible, salvo en momentos muy especiales, derivados de algún acontecimiento totalmente impredecible.

Sin embrago a nuestra patria la han convertido en la “casa de Tócame Roque”, pues podemos esperar que en ella ocurra cualquier cosa, por absurda que sea. Como es habitual en estos casos, la responsabilidad se hace recaer en los que menos han tenido que ver en la situación.

Los hechos confirman nuestras sospechas. Resulta que el cobarde fugado agazapado en el maletero de un coche, ha confirmado que se presentará a las elecciones catalanas. Estas tendrán lugar antes de que la vergonzosa y ofensiva ley de amnistía entre en vigor.

Supongamos que el citado entra en España, no descartemos que es posible que lo haga arropado por varios cientos de sus partidarios. ¿Qué hará “cum fraude”? Creemos que es muy posible que nada, alegando que la regularización de la situación del huido es cuestión de unos pocos días en los que se resolverán unos simples trámites administrativos, por lo que no ha lugar a adoptar ninguna medida, que solo iría en menoscabo del consenso y la concordia.

El problema podría agudizarse si el fugado sale elegido y consigue formar un gobierno en la comunidad. En tal caso ¿qué haría nuestra figura? Suponemos que callar y obedecer, pues de lo contrario vería peligrar su puesto, y ese es sagrado. Alegaría que es la voluntad del pueblo, que debemos respetar, ante todo.

La situación puede complicarse aún más, si como ha proclamado el susodicho, exige la celebración de un referéndum de autodeterminación. Ello obligaría a nuestro teórico presidente a retorcer las leyes, en lo cual es un artista consumado, para darle un barniz de legalidad. Lo que pudiese ocurrir después no es su problema. Con tal de mantener su puesto lo demás da igual.

Estos comentarios no son un cuento de ciencia ficción, sino un relato de lo que muy posiblemente se avecina.

No olvidemos que este des gobierno “solo ve la paja en el ojo ajeno”. Está muy habituado en escandalizarse por lo que hacen otros, pero no se entera de lo que hace él. Sin ir más lejos podemos señalar el escándalo que sigue montando con unas posibles actuaciones de la pareja de una política de su oposición, pero da la impresión de no enterrase de hechos que, si son ciertos, son mucho más graves, protagonizados por la pareja de un altísimo cargo del no gobierno.

Han iniciado la reforma del reglamento del Congreso. ¿Sospechan que modificaciones importantísimas quieren introducir? Muy simple, adaptarlo al denominado lenguaje inclusive, en base a la igualdad y no discriminación. Pensando en fastidiar, claro está, nos preguntamos, ¿van a seguir existiendo términos como la vida, la muerte, la niñez, la adolescencia, la madurez, la vejez, la salud, la enfermedad, la felicidad, la desgracia, la alegría, la tristeza, etc.? Aplicando su criterio son discriminatorios con el género masculino Sospechamos que en este caso la no igualdad no importa. ¿Qué les aconsejamos? Que trabajen seriamente y no hagan el ridículo.

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