Seguramente muchas personas que lean estas líneas nos corregirán, aduciendo que no podemos hablar de política puesto que en nuestro país no existe. Quizás tengan razón, dado que la política es el “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”, y gobierno es la acción de guiar y dirigir.
Nuestro gobierno nos guía y dirige, contra viento y marea, al descalabro total, razón por la que hablamos de política del disparate.
La última ocurrencia ha sido lo del apagado de luces, a lo que varias autonomías y políticos, incluidos algunos de su partido, se han opuesto. Con esa medida no sabemos lo que se podrá ahorrar, pero lo que si nos atrevemos a decir es que supondrá el hundimiento de muchos comercios, cafeterías, etc. Lo que quizás se ahorre por un lado, se perderá en mayor medida por otro. Pero no se preocupen, ya inventarán la forma de maquillar los muy probables resultados nefastos, de forma que ellos queden libres de polvo y paja. Es como el cuento de los trabajos fijos discontinuos, una forma de reducir las cifras estadísticas del paro, aunque quizás sean figuraciones nuestras pues ya nos avisó “cum fraude” que “hay que leer los datos con unas lentes distintas”, pero la situación por la que atravesamos no nos permite gastar en otras gafas.
También nos enfrentamos ahora a restricciones en el agua. Indudablemente siguiendo los consejos que nos ha dado “cum fraude” en cómo vestir, no sudaremos tanto, por lo que no será necesario ducharse con frecuencia, ni una vez al día. Esperemos que él se aplique lo que recomienda y no utilice la piscina de la finca en que disfruta sus inmerecidas vacaciones de verano pagadas por todos. Si tiene un mínimo de coherencia, cosa que dudamos, no lo hará.
Efectivamente hay que ahorrar, estamos de acuerdo, pero hay muchas formas de hacerlo, y desde luego no es de recibo privarnos por un lado para que otros lo tiren por otro.
A pesar de la situación seguimos teniendo un gobierno monstruoso, en la que la mitad de sus miembros sobran. Los gastos de algunos ministerios, como el de Igualdad, son desorbitantes y sin sentido. Al citado, aparte de su consignación le han regalado, hace poco tiempo, veinte mil millones para sus chorradas. Por cierto, si sigue con sus disparates tendrá que cambiar el nombre por el de ministerio de la Desigualdad, que es lo que está provocando.
Su camino lo está copiando el ministerio de Consumo, porque “todo se paga menos la hermosura”.
A “cum fraude” le sigue fascinando lucirse, lo ha demostrado en la ofrenda a los militares españoles en Mostar, donde la citada no la hizo España, sino “El presidente del Gobierno de España” según reza la banda de la corona que depositó.
Por lo dicho esperemos que no tenga otra idea luminosa y, por ejemplo, no se le ocurra crear un ministerio de Relaciones Extraterrestres. ¿Se lo imaginan? El primer país del mundo en tenerlo.
Sería “el no va más” propio de una inteligencia privilegiada, adelantarse al futuro, posicionarse en condiciones de poder recibir abiertamente y como se merecen a los alienígenas que según algunos nos visitan en secreto hace tiempo. Además ello le permitiría enchufar a otros cuantos colegas, pues paga el pueblo. No seguimos, pues mejor no dar ideas por si acaso.
Según parece la banca y las eléctricas están estudiando una acción judicial por los nuevos impuestos que les han cargado. El gobierno ingresará siete mil millones, y si los reclamantes ganan en los tribunales, tranquilo, ya los devolverán quienes manden en el momento. Es decir “muerto el burro cebada la rabo”
Nadie puede dudar que en cuanto a disparates, nuestro gobierno está a la cabeza mundial, ha logrado meterse en el libro de los Guinness
