Los políticos que nos gobiernan, por cierto para nuestra desgracia, pues lo que realmente hacen es tratar de conducir al país por donde más les conviene particularmente a ellos y sus paniaguados, dan muestras continuamente de un grave fallo, y es que no aprenden, o no quieren aprender, aún peor.
Las consecuencias las pagamos todos los ciudadanos, pues al no ser capaces de reconocer sus errores, y en consecuencia de ratificar, nos conducen por un camino que no nos lleva a ninguna parte, mejor dicho, a algo que si siguen en el poder será inevitable, el hundimiento de nuestra nación y quizás su desaparición.
No queremos ser alarmistas, pero lo que acontece, un día tras otro, nos induce a pensar como lo hacemos.
Gracias a “cum fraude” y sus secuaces, el prestigio internacional de nuestra nación está por los suelos. Recordemos la “entrevista” de nuestro mandatario con el estadounidense; veintinueve segundos en los que el primero iba detrás del segundo a una distancia prudente, como hacen los ordenanzas (les pedimos perdón a éstos) con su jefe; una humillación total. Más recientemente sufrimos otra, la rendición de España ante Marruecos durante la cena, aunque tuviese carácter privado, del rey de ese país y el jefe de nuestro ejecutivo. Hace pocos días, cuando “cum fraude” se puso a hablar en la Conferencia de Davos, desaparecieron casi las dos terceras partes de los asistentes, logró lo más difícil todavía, llenar el aforo de butacas vacías; para nosotros es una clara señal de que lo que podría decir les traía sin cuidado a la mayor parte de los asistentes, lo que es un claro indicio.de la consideración que le tienen.
¿Ustedes creen que habrá aprendido algo con esos desplantes? Creemos que no. El problema se agrava al constatar que a muchos de los miembros de su desgobierno y políticos afines les pasa lo mismo. Todo lo solucionan achacando sus males a los que llaman fachas (que son todos los que no piensan como ellos), lo cual es falso, y en el supuesto de que fuese cierto, deberían reconocer en tal caso que, por lo menos, demuestran ser más inteligentes que ellos.
“Cum fraude” repite en el Congreso que avanzamos, pero no aclara hacia donde, ¿hacia delante o hacia atrás? Nos surge la duda porque por mucho que dice, las instituciones europeas, y varias de prestigio de nuestro país, aseguran lo contrario. Todavía no ha aprendido, al igual que sus correligionarios, a ser prudente y hablar solo de lo que conozca, entienda y le conste que sea verdad. No debe saber que hoy en día existen las hemerotecas.
Otro de los que tampoco aprende es un alto representante morado, que aprovechó la matanza de Texas, para atacar al que considera jefe fascista porque hace unos años se mostró partidario de que los españoles “puedan disponer de un arma en su casa”, sin tener en cuenta que el que fue su jefe afirmó, también años atrás, que
“el derecho a portar armas es una de las bases de la democracia”.
Como “todo se pega menos la hermosura”, parece que a la amalgama socialista, comunista, separatista, ex etarra, etc., se le ha pegado el no aprender de sus errores, y así obsequian a los ciudadanos con espectáculos esperpénticos. “Cum fraude” acude al Congreso, teóricamente para dar explicaciones sobre el asunto del espionaje y en vez de hacerlo suelta un discurso contra la oposición. ¿Cuándo se dará cuenta de que ya muy pocos le creen? Para más inri asegura que la responsabilidad de velar por la seguridad del ejecutivo es un departamento que depende del Ministro de la Presidencia, cuando hace poco por lo del espionaje telefónico cesó a la directora del CNI. ¿En qué quedamos? ¿El responsable de lo que pasa en el país es quien a él se le antoja en cada momento?
No aprenden ni por equivocación, y las consecuencias las pagamos nosotros.
