En estas fechas es habitual felicitar a los conocidos y desearles que en el año que comienza logren todos sus deseos. Nosotros desde aquí felicitamos a todos nuestros compatriotas, pero les advertimos de que no se hagan muchas ilusiones.

No queremos ser agoreros y amargarle las fiestas a nadie, simplemente pretendemos ser realistas, y evitar, en la medida de lo posible, que la gente confíe en algo que según todas las perspectivas no va a llegar.

No nos engañemos, el país va de mal en peor, en caída libre, acercándonos cada vez más al desastre.

Nuestros dirigentes parecen que viven en otro mundo, que no tienen los pies en la tierra, que no se han enterado de que tienen que gobernar para mejorar la España de hoy, no para el futuro país ideal que tratan de vendernos engañosamente, pues ellos mismos si se autoanalizan honestamente (cosa difícil), tienen que reconocer que nos llevan al desastre.

Indudablemente si consideran que el país son solo ellos, debemos afirmar que vamos muy bien. Tenemos múltiples ejemplos.

A pesar de estar en plena debacle económica, “cum fraude” se fue de vacaciones en verano (pagadas por todos los españoles), y ha repetido del mismo modo en estas fiestas. Suponemos que no se habrá preocupado de cuantos de sus conciudadanos habrán podido hacer los mismo. Se lo decimos nosotros, cada vez menos. Además, por un mínimo de ética, un gobernante debe dar ejemplo, y si la mayor parte de sus gobernados no puede disfrutar de un bien, él debe abstenerse del mismo, pero claro, “la vergüenza es verde y se la comió un burro”

Es más dudamos de que se haya enterado de que aumenta continuamente el número de españoles a los que cada día les es más difícil comer, incluso de los que tienen que recurrir a asociaciones benéficas para no tener que acostarse con el estómago vacío.

¿Se acuerdan de aquello de que este año acabaría pagándose por la luz lo mismo que hace tres años? Eso no se lo creyó ni el que lo dijo cuando lo decía. En el año que acabó la inflación subió al nivel de hace treinta años.

Así vamos y así seguiremos mientras tengamos este inigualable desgobierno, que con todo lo que está pasando se ocupa ante todo de mantenerse en el poder como sea.

Eso sí, presumen de democracia y para dar ejemplo “cum fraude” no expuso el balance anual en el sitio adecuado, el Congreso, sino en su residencia oficial. Según parece solo aceptó media docena de preguntas de medios que sabe leales. Incluso para asegurarse de que el espectáculo iba a salir bien, censuraron previamente a algún periodista.

Como todo vale “cum fraude” ha condecorado a veintitrés ex ministros con la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, suprimida por la II Republica al poco tiempo de su proclamación y restaurada por Franco después de la guerra. ¿No les parece curioso? Por otra parte, esa condecoración se instituyó para premiar “la virtud y el mérito”, ¿cuántos de los agraciados pueden alegarlos?

En cualquier caso lo más sorprendente es que uno de los condecorados, el antiguo jefe de los morados, que no se ha cansado ni se cansa de atacar a la monarquía y

abogar por la proclamación de una nueva república. Por un mínimo de dignidad y coherencia, otro en su lugar hubiese reusado cortésmente el recibirla, pero ya sabemos, “tonto el último”.

Conciudadanos, todo lo que hemos comentado, que no tiene visos de cambiar sino de ir a más, es lo que nos lleva a decir que con los que nos gobiernan, año nuevo vida peor.

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