Según el artículo 66.1 de la Constitución, el Congreso de los Diputados es una de las dos Cámaras de las Cortes Generales, que representan al pueblo español. Es pues, nuestro reflejo como conjunto, cara al propio país y al exterior. Dado su status constitucional, y su principal cometido, elaborar las leyes, cualquier español debe suponer que es un órgano serio, tanto en el fondo como en las formas.

En los países de nuestro entorno, las cámaras legislativas son un ejemplo para los ciudadanos, sus integrantes son plenamente conscientes de ser un reflejo de los mismos, que no pueden defraudarles ni pedirles algo que ellos no sean capaces de cumplir o hacer.

¿Qué pasa en España? Aquí a veces es difícil distinguir si el Congreso de los Diputados es una Cámara Parlamentaria o un circo.

Hace pocos años, en pleno debate del Estado de la Nación, se supone unos de los actos más importantes de la Cámara, su Presidenta se entretuvo jugando a algo, no sé a que, en el móvil. Comprendo que pudiese estar cansada de oír a los ponentes, pero por el puesto institucional que representaba y por un mínimo de respeto a la gente que la había votado, su actuación fue imperdonable.

Todo puesto tiene sus servidumbres, y cuanto más alto, mayores. Si no aceptas las segundas, no desempeñes el primero.

Al comienzo de la presente legislatura, dos diputados bajan alegres hasta el pié  del hemiciclo y allí sonrientes, como triunfadores, se da un morreo. Solo les faltó llevar un saco de dormir y acostarse juntos allí.

Otro diputado, conocido por sus exabruptos, (quizás está haciendo méritos para que lo contraten en un programa de telebasura), exhibe desde su asiento una fotocopiadora; poco después, en otro de sus numeritos que tenemos que sufrir, muestra unos grilletes, que por cierto parecían de mala calidad. ¿A cuento de qué todo ese circo? Solo se me ocurre que para hacerse notar. Si es así que renuncie a su puesto, como dijo que haría al cabo de dieciocho meses, ya pasados. Sería primera página en todos los periódicos por algo digno.

Días pasados nos ha sorprendido una diputada, con una blusa en la que aparecía estampado el pecho desnudo de una mujer. ¿Qué mensaje quería transmitir con eso? ¿Mostrarnos como es el busto de una fémina? ¿Era una clase de anatomía? Supongo que en próximos días, amparado en la igualdad que predican, un compañero de su partido aparecerá con unos pantalones que lleven estampados unos genitales y un pene. Gracias por las clases gratuitas de anatomía.

De la indumentaria con que habitualmente acuden algunas de sus señorías es mejor no hablar. De seguir así, seguramente cuando llegue el verano veremos a más de uno con una camisola de colorines, bermudas y chanclas.

No nos extrañe, el alcalde de cierta ciudad importante recibió al Rey y al Presidente del Gobierno, con deportivas, tejano, camisa por fuera, chaqueta y lógicamente sin corbata. Dijo que era su atuendo habitual. Poco tiempo después,  en una visita a gobernantes chinos, aparecía impecable, como un figurín, traje y zapatos negros, camisa blanca y corbata. Explicación, con su atuendo habitual en China no lo recibía ni el portero, pero en España, si alguien le dice algo, es un carca, un facha, que atenta contra su libertad.

En definitiva, si bien el hábito no hace al monje, la educación, los buenos modales y las formas no están reñidos con ninguna ideología, incluida la comunista china. Lo que hacen estos progres (los de salón), es el más completo ridículo.

El Congreso no es un circo, aunque algunos y algunas (no quiero que me acusen de machista) parecen tomárselo como tal. El respeto que tanto reclaman ustedes, (los progres de salón) téngalo hacia los ciudadanos.

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